La pera tiene diversas propiedades medicinales gracias a su contenido en agua y fibra, y a su riqueza en vitaminas y minerales. Los taninos que contiene la pera tienen propiedades astringentes por lo que se recomienda el consumo de pera bien madura en casos de diarrea, además de para otros trastornos digestivos tales como la gastritis y la úlcera, ayudando en las digestiones.

La fibra soluble que se encuentra en la pera no sólo regula el tránsito intestinal sino que además ayuda a nuestro cuerpo a eliminar el colesterol. Por su alto contenido en agua y potasio y bajo en hidratos de carbono y sodio, es aconsejable para quienes sufran de hipertensión y diabetes.

Además, la pera está muy indicada para todas las personas con artritis y reuma. Aunque también es utilizada en mermeladas o como acompañamiento en muchos platos, la mejor forma de consumirla es fresca, ya que de esta manera aprovechamos al máximo sus propiedades.

Las virtudes de la pera pueden enumerarse diciendo que es un alimento diurético, uricolítico (disuelve el ácido úrico), depurativo, laxante, remineralizante, estomáquico, astringente y sedante.