El melón es un producto hortofrutícola que podemos consumir crudo o cocido, ya sea como postre, licuados, compotas o mermeladas, cuyos formatos se caracterizan por rescatar su particular y perfumado aroma.
Se trata de una apetecida fruta que en España se consume con mayor frecuencia en verano, por ser una fruta estacionaria. Es por este motivo que quisimos indagar más en el melón brasilero, también conocido como melón amarillo, ya que es posible encontrarlo en supermercados durante todo el año, y podemos identificarlo gracias a su cremosa pulpa blanca.
El melón es un óptimo aliado para la circulación; de hecho, con solo medio trozo de esta fruta al día se puede tener bajo control la presión y nos permitirá evitar la formación de coágulos. A esto sumamos un alto porcentaje de hierro, magnesio, manganeso, fibra, fósforo, vitamina A y C, sodio y zinc, además de propiedades diuréticas, depurativas, rehidratantes y laxantes, entre otras.
El melón también es rico en vitamina E, uno de los mejores antioxidantes naturales que existen. Protege y cuida nuestra piel, pelo y uñas, y ayuda a combatir la producción de radicales libres, responsables del envejecimiento de las células y de enfermedades como el cáncer.
Cada 100 gramos, el melón contiene entre un 90% a 95% de agua, suero vegetal y agua biológica enriquecida, y solo un 0,1% de grasa, proporcionándonos energía sin recargar. De este modo, es muy recomendado para quienes realizan dietas.
Propiedades antioxidantes, diuréticas y depurativas, son algunos de los beneficios que podemos encontrar en esta aromática fruta que posee distintas variedades, algunas de las cuales son posibles de conseguir durante todo el año.
· Ayuda a nuestros huesos y dientes.
· Es beneficioso para nuestra vista, piel y cabello.
· Beneficia nuestro sistema nervioso.
· Previene el envejecimiento.
· Recomendable para diabéticos.